Cuando en el año mil novecientos noventa y cuatro, me partía las muelas y las costillas por la ciudad de Sarajevo, en la antigua Yugoslavia, una mina traicionera estalló sin previo aviso, de ahí el apelativo de traicionera, a menos de quinientos metros de nuestra situación. Sentí un terrible dolor en los tímpanos y un silbido seco me acompañó durante una buena temporada. En ocasiones, cuando hace frío o demasiado calor o simplemente cuando le apetece, pero siempre de noche, vuelve a surgir de la nada ese estridente pitido que hace que se me rompa el sueño y también el alma evocando dolosos recuerdos de mi pasado reciente. Sé que esta pequeña introducción a parte de poder ser más o menos una miscelánea romántica y terrible no aportará muchos datos sobre mi persona… o tal vez demasiados. Pero ahora, estando aquí, que es un lugar que no se debe decir en voz alta, con el cuerpo magullado y dolorido hasta las entrañas, quiero decirles una cosa a ciertas personas que me leen y persiguen, de buena forma, cada paso que doy. Jamás olvido a los amigos. Eso va por ti, tú ya sabes quien eres. Los amigos son esos pilares en los que se sostiene mi vida, mi esencia y mi alma y por ende mi voluntad para seguir adelante. Nunca pienses que me olvido de ti, porque sé que estás ahí todos los días y tienes un pensamiento y una oración para mí. ¡Qué Dios os bendiga! Nota.- Este texto tan absurdamente amistoso, y tan poco mío, está dedicado a Noelia, Teresuca, Carmelilla, Iratxe, Lupita y Loly. A mi querido Maestro Armero que está convaleciente de una operación en el bajo vientre y al viejo JC., que Dios tenga en su gloria. El Corso. |
Friday, May 12
Semper fidelis.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
3 comments:
Hola: No entendí el mensaje que dejaste en mi blog. No sé a qué coincidencias te refieras. Pensé que revisando tu blog me enteraría, pero no fue así. Salvo que a mí también me gusta la música clásica (en mi blog hay varias entradas sobre música clásica y de dj's).
Según veo, eres el primer español, tal vez el único, que se ha asomado a mi blog. No lo sé. La verdad es que no entendí tu recado, y fuera del recado previo, ni siquera sabía de ti ni de tu blog.
Post a Comment